6 de diciembre de 2007

Solos

Los jefes tienen en su autoridad esa magia de lo que atrae, porque representan lo "superior" y al mismo tiempo, repelen porque representan lo "tiránico". En plan "juego" a veces me había imaginado en la oficina al mediodía sola con mi jefe, terminando un trabajo urgente, con todas las mesas con sus ordenadores vacías... cosas de una mente calenturienta como la mía... y, claro, como casi todo, llega el día en que se consolida quizá de la peor forma... entré en su despacho para hablar y ¡vamos! ¡no me quedé callada! le dije todo lo que pensaba de mi trabajo, de mis compañeros, de mi desacuerdo ante algunas formas que tenía él de llevar el departamento... fue cuando me dijo que su avión le esperaba, que ya eran las 2 y 20, entonces me di cuenta que a esa hora no quedaría nadie en la oficina, automáticamente me levanté de la silla, de pronto ya no tenía nada más que decirle, abrí la puerta y me despedí de él de una forma bastante insegura, nada que ver con la valentía que había mostrado hasta ese momento. No pasó nada. Ni en ese momento, ni más tarde. Él me llamó para hacer un recado intranscendental, quizá dando a entender que nada había cambiado. Cuando volvió todo siguió como siempre. Hasta ahora. Era como si mi "pronto" de sinceridad no hubiera tenido lugar, pero para algo me sirvió aquella situación... y es que ya nunca más tuve esa fantasía de mi jefe y yo solos en la oficina... se me quitó de cuajo.

6 Comments:

Zanzara said...

Muchas veces, lo jefes son así, sólo escuchan lo que les interesa, ante todo lo demás ni siquiera contestan y siguen actuando como si nada hubiera pasado...

Un beso!

Arcángel Mirón said...

Los jefes son humanos como cualquier persona. Pero son jefes, además.

:)

Jordicine said...

Pero tu jefo te atrae, Eulalia? Me ha quedado esa duda. Creo que tú a él sí. En caso contrario, quizás se habría vengado por tu ataque de sinceridad. Veo que eres auténtica. Besos.

nomesploraria said...

La vida en una ofina, parece algo aparte, independiente del mundo real. Con sus códigos, sus fantasías.
A mí me queda lejos porque lo dejé. Ese mar de ordenadores solos en la noche.
Los cafés compartidos, los ataques de sinceridad con el jefe...
uf, no podría volver, no.

(llegué a través de Gilda)

Castigadora said...

Pues lo de sola con tu jefe en la oficina al principio me sonaba a otra cosa (jejeje) pero si es para cantarle las cuarenta!!!!

A mi a veces me dan ganas de darle cuatro voces, pero bueno me conformo con ser algo brusca cuando no me gusta lo que me pide, y creeme a cogido las indirectas!!

Besos!!

Eulalia said...

Algo hay de todo en las relaciones humanas: atracción, amor, odio, indiferencia... mientras las dosis de todo ese batiburrillo sean las "adecuadas" todo irá bien...

Me gusta mucho que participéis en esta página. Besos.