23 de diciembre de 2007

Poder

Recuerdo los primeros días en mi puesto de trabajo (una de mis tareas consiste en llamar a las sucursales que no han enviado su informe semanal sobre ciertas características comerciales para reclamarlo), oía un "compañía tal ¿en que puedo ayudarle?" relajado y amable, pero en cuanto decía mi nombre junto al nombre de mi departamento la modulación cambiaba, se volvía tensa y muy complaciente, de golpe (sin saber porqué motivo) me sentía admirada y respetada, se me daban toda clase de explicaciones y en pocos minutos veía en mi correo el mencionado informe. Era una sensación adictiva, creo que me ponía contenta sólo de pensar que tenía que llamar... pero caí en la cuenta muy pronto de lo que ocurría... yo representaba a sus jefes, aunque yo fuera el último mono (y así se me trataba en mi sección), una vez que me ponía en comunicación por teléfono con alguien que no fuera un directivo o jefe de equipo, mi mensaje era recibido como si yo hubiera recogido todo el poder de quien representaba... si había un castigo, yo podía ser muy bien la chivata legal, por lo tanto era mejor complacerme... claro, que nunca había experimentado que un simple tono de voz, un silencio tenso percibido a través del teléfono pudiera subirme la autoestima de ese modo. Me di cuenta con esa pequeñez de ciertos entresijos psicológicos, ya no del poder que parecen darte cuando te hacen la pelota, que esto si que lo había experimentado tantas veces cuando me habían querido vender algo... éste era otro poder que nunca había tenido la oportunidad de conocer... era la energética sensación de ser la autoridad.

5 Comments:

Jordicine said...

Así que te gusta mandar, Eulalia? A mí no demasiado, pero tiene que estar bien. Yo intento ir un poco a lo mío, que es lo que me ha enseñado el yoga. Has hecho ya tu lista de propósitos y deseos para el 2008? Yo sí. A ver si coincidimos.

Zanzara said...

Mmmm.... esa sensación está bien de vez en cuando, al menos para ver que tu trabajo surte efecto rápidamente.

Besos!

Eulalia said...

Sí, es bueno que las cosas sean eficientes. Os envío un saludo para los dos.

Anónimo said...

ESTA BIEN, PERO CUIDATE DE NO TENER QUE ESTAR BAJO LAS ORDENES O SUPERVISION DE LOS QUE AHORA TE HACEN LA PELOTA, ES MUY DESAGRADABLE, EL PODER AUNQUE SEA SICOLOGICO, TRANSFORMA, ES KOMO PONERSE UN TRICORNIO....TE LO DIGO POR EXPERIENCIA...

Eulalia said...

Tienes razón PKTO si uno no se anda con cuidado se convierte en el cazador cazado... a mí me salva que lo miro todo un poco desde fuera, que no me creo mucho el asunto, por lo tanto pienso que no me pierdo en él.